La UE apoya que el fondo de rescate recapitalice directamente a la banca

La canciller asevera que la ley vigente obliga a que el dinero pase por el Estado, pero Bruselas no descarta cambiarla

Recapitalización directa o indirecta de la banca española. Ese es el nuevo pulso que existe entre Bruselas y Madrid, y que se debate en dos frentes. Por un lado, el Eurogrupo, controlado por la canciller alemana Angela Merkel, que considera que, de acuerdo con las reglas vigentes, «no es posible» que el fondo de rescate de la UE pueda inyectar capital a las financieras patrias sin pasar por el Estado. Y, por otro, el Gobierno español y la Comisión Europea, que piden que el programa de ayuda vaya directamente a las entidades financieras y no «contamine» a la ya de por sí maltrecha deuda pública.

Sin duda alguna, la propuesta de Rajoy es el camino correcto para que el Estado pueda salir adelante, pero hay que tener en cuenta que en estos días se va a tener más manga ancha con Grecia. Aunque todo esto pertenece al terreno de las conjeturas, ya que los países de la eurozona todavía no han discutido formalmente qué requisitos se impondrán al Gobierno popular a cambio de la asistencia de hasta 100.000 millones de euros, aunque sí han dejado claro que habrá «condiciones estrictas» tanto para los bancos que reciban ayudas como para el conjunto del sector financiero.

Lo que parece claro es que esta situación de incertidumbre está provocando severos castigos tanto en la Bolsa como en la prima de riesgo. Por eso mismo, a partir de mañana todas las miradas estarán puestas en Luxemburgo, donde se celebrará una nueva cumbre en la que se sabrá el montante exacto de la cantidad que solicitará formalmente el ministro de Economía, Luis de Guindos, una vez que se conozcan los resultados de las auditorías independientes realizadas por las firmas Oliver Wyman y Roland Berger.

«Según las reglas y los procedimientos vigentes, un ejercicio de recapitalización directa no es posible. Sé que hay centenares de personas diciendo que lo es, sobre todo en España, pero no lo es», resaltó el alto funcionario, que olvidó que el mismísimo presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, apoyó el pasado lunes las reivindicaciones de Rajoy, ya que, a su juicio, el hecho de que el rescate se canalice a través del Estado y compute como deuda es lo que está provocando una reacción negativa de todos los mercados.

Desde Bruselas, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, que fue criticado duramente hace días por antipatriota según algunos sectores del PP, reiteró la idea de que no es posible que se pueda materializar el deseo de Madrid, aunque no descartó que las reglas se cambien en el futuro: «Sería un Tratado intergubernamental y la Comisión no tiene ahí el derecho de iniciativa».

Mientras, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, defendió la necesidad de pensar una fórmula para acometer la salvación del sector bancario nacional con la que se «acoten» los riesgos y se eviten «contaminaciones», un afán en el que su jefe se «batirá el cobre» estos días. Así, recordó que los problemas están limitados al 30 por ciento de las entidades financieras, mientras que el resto del sistema «es sólido».