El juez Manuel Marchena durante una de las sesiones del juicio.
El juez Manuel Marchena durante una de las sesiones del juicio. / efe

Un mando de la Guardia Civil afirmó que el mayor Josep Lluis Trapero era “imprescindible” para el Govern en su “estrategia independentista”, hasta el punto que el entonces presidente Carles Puigdemont tenía listo un borrador de una carta para agradecer su actuación el 1-O. En su testifical en el juicio a la cúpula del ‘procés’ en el Supremo, el número dos del teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, que lideró la investigación del 1-O, cargó contra los Mossos y destacó que los documentos Enfocats y Moleskine, claves para la Fiscalía, constatan la “conexión” entre Govern, Mesa del Parlament, ANC y Òmnium en la vía unilateral a la independencia.

A raíz del análisis de los correos electrónicos intervenidos a la cúpula de la conselleria de Interior, el mando de la Guardia Civil ha concluido que observaron que “la figura de Trapero” era “imprescindible” para el Govern en su “estrategia independentista”. En concreto, se refirió a un correo del 23 de septiembre de 2017 en el que el entonces secretario general César Puig —que afronta una petición de 11 años por rebelión en la Audiencia Nacional—, advirtió al exconseller Joaquim Forn de la importancia de proteger a Trapero para “no perderlo”.

Puig detalló dos escenarios: si Trapero estaba presente en las reuniones con la Fiscalía para impedir el 1-O, el mayor debía decirle que le haría caso; si iba a las convocadas por el coordinador del dispositivo, Diego Pérez de los Cobos, corría el riesgo de que si no obedecía este le denunciara.

En esa tesitura, Puig advirtió a Forn ante la posibilidad de que De los Cobos denunciara a Trapero: “en ese caso lo podíamos perder”. A partir de entonces, fue el número dos de Trapero, Ferran López, quien acudió a las reuniones con De los Cobos y el mayor se reservó para las cumbres con el fiscal, según el mando de la Guardia Civil, que en su día fue procesado por torturas, si bien la Audiencia le condenó por una falta y el Supremo le absolvió.

Según el testigo, Trapero envió a la cúpula de Interior el contenido de las instrucciones de Fiscalía para impedir el 1-O, incluso las que eran secretas, lo que es una “anomalía”, ya que daba cuenta a los políticos de información que obtenía como policía judicial.
En este sentido, explicó que Trapero envió un correo a Forn donde le informó de las pautas de actuación de los Mossos el 1-O, precisando que no iban a intervenir si había personas vulnerables, cuando la concentración fuera pacífica o cuando fuera muy violenta.

La imagen de los mossos

Todo ello en un contexto en el que, según el testigo, “una de las prioridades” de los Mossos era preservar su “imagen”, ya que Trapero recibió informes del área de inteligencia en los que le advertían de que la policía catalana podría tener una “percepción negativa” entre la sociedad si tenían que detener a algún alcalde del “independentismo revolucionario”.

Tras el referéndum independentista de Cataluña, el entonces presidente Carles Puigdemont envió el 20 de octubre, a siete días de la DUI, un borrador a su secretaria para que remitiera una carta a Trapero, en la que le daba las gracias por su actuación y su postura como mayor en relación al 1-O. “Se ve la sinergia, la connivencia” entre ambos, ha indicado. También desveló que en una reunión de la cúpula de los Mossos, el 13 de octubre, Trapero advirtió de que debían estar “vigilantes”, una vez superado el referéndum: “La Guardia Civil, junto con la Fiscalía y diez fotografías de una mala actuación el 1-O hacen un delito de sedición”.