La candidatura de Ciudadanos, liderada por Inés Arrimadas, fue la gran triunfadora de la cita electoral del 21-D en Cataluña. Así, con el 92% escrutado, al cierre de etsa edición, logró vencer las elecciones con más de un millón de votos y 36 diputados.
Esto supone que la formación naranja fue respaldada por uno de cada cuatro votantes, algo que les situó dos representantes por encima de la segunda fuerza, representada por JuntsxCat, que suma 34 escaños.
El bloque independentista ha revalidado la mayoría absoluta con 70 diputados, dos menos que en 2015, al sumar los escaños cosechados por JuntsxCat, ERC (32 diputados) y la CUP (4).
El PSC consigue 17 diputados y el grupo de CatComú-Podem se hace con 8 diputados, mientras que la CUP y el PP empatan con 4 diputados, respectivamente, aunque los populares tienen menos votos.
De estos datos se puede deducir que la idea de JuntsxCat y ERC de escindir la coalición con la que concurrieron juntos a los comicios de 2015 ha sido fructífera. De hecho, los de Puigdemont y Junqueras juntos sumarían cuatro escaños más que en la anterior cita electoral, llegando a los 66.
Miquel Iceta, líder del PSC, y quien se postulaba durante la campaña como el nuevo president del Parlament, tuvo que conformarse con sumar un escaño más que en los últimos comicios, hasta alcanzar los 17.
Batacazo
Por el lado de los perdedores, el PP de Xavier García Albiol sufrió la gran debacle de la noche electoral. El voto a los populares experimentó un significativo desplome y, unido a ello, se ha visto afectada su representación parlamentaria. De hecho, su pérdida se cifra en la mitad de los sufragios y en siete de los once escaños que cosechó en 2015, por lo que se quedaría con cuatro diputados.
Antes de culminar el recuento, el propio Albiol realizó una valoración de los resultados “sin matices”. Así, consideró que el resultado fue muy malo y “no nos podemos sentir, ni mucho menos, orgullosos”. Asimismo, también aprovechó para destacar que “es un día malo para el PP de Cataluña. Por los resultados y por el futuro de Cataluña.
A pesar de que el mismo proceso que sufrió el PP lo vivió la CUP, liderada por Carles Riera, —de diez diputados que obtuvo en los anteriores comicios se queda en cuatro—, sí consiguió superar en votos a los populares.
Con este resultado, los cuatro diputados de la formación anticapitalista pueden erigirse como la llave del Ejecutivo de mayoría independentista. Algo que ocurriría siempre que Junts x Cat y ERC decidieran unir sus fuerzas.
Finalmente, los ‘comunes’ de Xavier Dòmenech, que aspiraban a convertirse en la llave de la gobernabilidad, parece que no van a ser necesarios finalmente. No obstante, habrá que esperar hasta el proceso de negociación para saber a que ‘bloque’ respaldan.
Participación histórica
Si hay un detalle destacable de las elecciones catalanas es el récord histórico de participación ya que ha superado el 81% del censo. Algo reseñable puesto que estos comicios se han caracterizado por una fuerte polarización del electorado.
Esta cifra supone un aumento superior a seis puntos con respecto a la anterior cita electoral autonómica, en 2015. Entonces, también se batieron las marcas existentes hasta la fecha, llegando a un 74,95% de participación.
La gran movilización electoral, algo que ya habían vaticinado la mayoría de las encuestas previas, ha logrado superar incluso el récord de participación existente a nivel nacional. Éste se situaba en el 79,9%, y tuvo lugar en las elecciones generales de 1982, cuando resultó vencedor el PSOE liderado por Felipe González.
Con todo, el camino que se abre ahora tras unos últimos meses convulsos, que culminaron ayer con la celebración de las elecciones, vuelve a ser incierto. Según los resultados, las fuerzas independentistas continúan siendo las más elegidas por los ciudadanos. Así, habrá que ver si Puigdemont vuelve a España y Junqueras sale de prisión.
Por contra, y a pesar de que Ciudadanos ha sido la fuerza más votada, los partidos constitucionalistas no podrían alcanzar la mayoría absoluta necesaria para gobernar el Parlamento catalán.