«España ahora ya es fiable»

La secretaria general del PP insiste en que las reformas contempladas son «coherentes», al tiempo que recuerda que las medidas son «duras, pero temporales».

Un día después de que el Gobierno diera a conocer sus Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año, unos números que, en palabras de la vicepresidenta, Soraya Saenz de Santamaría, son «los más austeros» de la democracia, la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal valoró la decisión del Ejecutivo como un acto «valiente y responsable», al tiempo que aseguró que «ahora España ya es fiable» gracias al recorte programado de 27.300 millones de euros.

Y fue más allá. Porque, además, remarcó la certeza de que el país «será aún más fiable a finales de este año, cuando cumpla con el objetivo de déficit público del 5,3 por ciento y se pongan las bases para la recuperación».

Según la número dos de los populares, España tiene hoy en día «credibilidad», como demuestran la últimas subastas de deuda pública en las que se han reducido los costes de las emisiones. Además, se congratuló de que varios socios europeos, como Francia o Alemania, aplaudan las medidas tomadas por el Consejo de Ministros.

Cospedal aprovechó para recordar que los objetivos de deuda también se los exigía Bruselas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por lo que reprobó que no haya sido hasta el cambio de color en la Moncloa cuando el déficit se ha convertido en un «compromiso auténtico».

«El Ejecutivo ahora tiene que hacer lo que no se hizo durante tanto tiempo», lamentó, para después enfatizar que los presupuestos para 2012 inspiran «confianza y credibilidad».

Para la dirigente manchega, las medidas contempladas son «coherentes» para cumplir con el «inexcusable» objetivo de déficit. «Éste es el camino recto, es un camino difícil, pero es el camino recto para ayudar a la recuperación», explicó.

En este sentido, recordó que la eliminación de deducciones fiscales al Impuesto de Sociedades y la subida del tabaco son decisiones «extraordinarias y de carácter temporal». «Son medidas duras, pero temporales», justificó.

Por último, puso en valor que las cuentas para este año mantienen los servicios públicos «esenciales». «Hay compromisos básicos que se mantienen, lo que es un signo muy significativo de la apuesta de mantener los servicios sociales», concluyó.

«Coartada»

Pero no todos se mostraron tan optimistas con las cuentas. De hecho, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó a la derecha de utilizar la crisis económica como «coartada» para destruir el estado del bienestar, adoptando medidas como la reforma laboral o los PGE, que conllevan «más desigualdad y más desempleo» y con las que, según manifestó, el PP ha comenzado a «perder credibilidad».

El líder socialista lamentó la amnistía fiscal, «un proyecto que consiste en cobrar más a los trabajadores y quitar impuestos a los defraudadores, por lo que, a su juicio, los números son «inaceptables».

Por su lado, el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, lamentó que los PGE de Mariano Rajoy son «los presupuestos del sufrimiento y el paro para la mayoría y de los regalos fiscales para una minoría», y criticó que «afectan al gasto social de una manera brutal».

Más comprensivo con el Gobierno central se mostró el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, que justificó que, «cuando se están viviendo momentos excepcionales, se tienen que tomar medidas excepcionales».