El Estado registra hasta marzo un saldo negativo de 7.500 millones

El déficit de las cuentas públicas, un 0,6% del PIB, contrasta con el superávit registrado en el primer trimestre de 2008. El balance positivo de la Seguridad Social disminuye un 24%

La crisis económica sigue pasando su factura a las arcas estatales, que han incurrido en números rojos en tan solo tres meses, los del primer trimestre de 2009, y han registrado una reducción del 24,1% en el superávit de la Seguridad Social.

De este modo, las cuentas públicas se anotaron hasta marzo un déficit de contabilidad nacional de 7.586 millones de euros, el 0,69% del PIB, lo que contrasta con el balance positivo de 3.387 millones conseguido en el arranque de 2008.

En términos de caja -que computa los ingresos y los pagos cuando se efectúan, y no cuando se comprometen-, el Estado tuvo ya entre enero y marzo un saldo negativo de 11.345 millones, frente al superávit de 1.272 millones que alcanzó en igual período de 2008.

Según señaló el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, el déficit público debe analizarse teniendo en cuenta el aumento del gasto que han provocado las diferentes iniciativas que el Gobierno ha tomado para aumentar la liquidez de las empresas y las familias.

Así, insistió en que se están destinando muchos recursos a medidas «paliativas», que ayuden a afrontar el momento «más álgido» de la crisis, entre las que citó el Fondo de Inversión Local, y que deberán desaparecer cuando se inicie la recuperación.

No obstante, admitió que la caída de la recaudación de impuestos se debe a la debilidad de la economía y refleja tanto la debilidad de la actividad y del mercado laboral como la atonía del consumo.

Así, los ingresos no financieros del Estado retrocedieron el 18,1% con respecto al primer trimestre de 2008, un 11,9% si de deduce la participación de las Administraciones Territoriales en el IRPF, el IVA y los impuestos especiales.

Ocaña reconoció que el Gobierno tendrá que revisar no solo sus previsiones de evolución del PIB, sino también las de déficit, a la vista de la evolución económica, y se hará cuando el Ejecutivo apruebe el techo de gasto para el año que viene, una cifra que, aseguró, aún está sin cerrar.

Los últimos datos oficiales del Gabinete, efectuados en enero, calculaban para este año un saldo negativo del conjunto de las administraciones del 5,8% del PIB, aunque el Banco de España ya advirtió el mes pasado de que estos números rojos podrían alcanzar el 8%.

En cualquier caso, Ocaña consideró «razonable» que el país se vea obligado a reconducir el déficit del conjunto de sus cuentas públicas de aquí a 2012, para que ese año esté por debajo del 3%, tal y como ha ordenado la Unión Europea al abrir al territorio nacional un procedimiento sancionador por su déficit excesivo.

El Gobierno está obligado tanto internamente como con la UE a reequilibrar sus cuentas porque el déficit debe ser «excepcional» y no estructural, señaló el secretario de Estado. Para ello, advirtió de que España deberá hacer «esfuerzos importantes en la contención del gasto», mientras se espera que los ingresos vayan recuperándose a medida que va saliendo de la crisis.

Los ingresos obtenidos a través del IRPF disminuyeron el 9,7%, afectados, según Ocaña, por la pérdida de empleo y por la moderación salarial, aunque también por el impacto «muy significativo» de la deducción de 400 euros aprobada el año pasado. Mientras, lo que se recauda por IVA bajó el 26,2%, lo que refleja por una parte las devoluciones mensuales por este tributo -que están suponiendo 600 millones de euros al mes-, aunque también denota la «reducción generalizada» del consumo.

La crisis ha hecho asimismo mella en la Seguridad Social, que ha visto reducir su superávit hasta marzo en casi una cuarta parte. Así, el saldo positivo fue de 8.249,24 millones, un 24,16% menos con respecto al mismo período de 2008. Esta cifra es resultado de unos ingresos de 31.008 millones, que disminuyeron el 2,51%, frente a unos gastos de 22.758,76 millones, un 8,73% más.