El batería de Los Piratas murió por un “error policial y de su psiquiatra”

La familia de Javier Fernández denuncia que avisó a la Guardia Civil que lo disparó del brote psicótico del músico, a quien habían retirado la medicación tras nacer su hijo

La familia del batería de Los Piratas que murió tras recibir un disparo de un agente de la Guardia Civil pedirá “responsabilidades”. Además, asegura que el fallecido, Javier Fernández, fue “víctima de un error” y de la “decisión del psiquiatra” que le retiró la medicación cuando su mujer dio a luz a un hijo, recientemente.

La suegra del fallecido indicó en que la familia “no defiende a un maltratador”, sino a “una persona que fue víctima de un error y de la decisión de un psiquiatra”, y consideró que el Instituto Armado “tiene que reconocer que cometió un error, que no era un caso de violencia de género”. Según su versión, los agentes fueron avisados por un “brote psicótico”.

Según un comunicado enviado por la Guardia Civil a través de la Subdelegación del Gobierno, la dotación de agentes se desplazó alertada “por un posible caso de violencia de género en el que el varón había agredido a su pareja”.

Otras fuentes conocedoras del caso precisaron que la alerta entró por el 112 SOS Galicia que es quien avisó al Puesto de la Guardia Civil de Ponteares, avisando de un posible caso de violencia y que un varón, posiblemente esquizofrénico, estaba agrediendo a su esposa.

La madre de la viuda reconoció que su hija sí recibió “un bofetón” del fallecido, pero lo enmarcó en el “momento de tensión” que se estaba viviendo, aunque matizó que este hecho “no tiene excusa”. Según dijo, su hija estaba “impresionada por lo que había ocurrido, porque era la primera vez” que pasaba algo similar.

Esta mujer, que ejerció como portavoz de la familia, insistió en que la enfermedad de Javier Fernández era “crónica” y “tenía que tener tratamiento”. “Ya sé que estamos todos muy sensibilizados, pero hay que saber discernir”, aseveró, para asegurar que “se avisó para que lo llevaran a un centro”.

También apuntó a que la propia Guardia Civil le explicó que, ante casos como el del miércoles, los agentes iban acompañados de personal sanitario, pero que ahora acuden solos. “No están preparados”, señaló la mujer.

La suegra del fallecido relató que los hechos sucedieron a raíz de “un brote psicótico más fuerte” que tuvo por la mañana. “Cuando se levantó, empezó con delirios y ella tenía un poco de miedo.

“Cuando llegó a la Guardia Civil se puso más nervioso, cogió un cuchillito y lo elevó en alto. “Fue una actitud tonta que le costó la vida, un error, pero la Guardia Civil estaba avisada de que era un enfermo, tenía que actuar con otros métodos”, relató, a la vez que confirmó que la mujer de Javier Fernández está “destrozada”.