Las urnas deciden el futuro

Irán celebrará comicios el próximo 14 de junio. El actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, no podrá optar al cargo, puesto que la Constitución solo permite dos mandatos.

El año que acaba de arrancar será uno de los más interesantes en cuanto a procesos electorales. Y es que numerosos países y Estados tienen un cita clave con las urnas durante 2013.

Así, las elecciones generales en Alemania, previstas para un domingo de septiembre aún por determinar, tendrán impacto en toda Europa por la influencia decisiva de Berlín en la gestión de la crisis del euro. Angela Merkel parte con amplia ventaja sobre el socialdemócrata Peer Steinbrück, su exministro de Finanzas y principal rival. Todo indica que la canciller conservadora ganará un tercer mandato hasta 2017. Sin embargo, Merkel podría verse forzada a reeditar una gran coalición con los socialdemócratas como la de su primer Gobierno (2005-2009) debido al mal momento de su socio actual, los liberales. La nueva coalición sería una buena noticia para los países más ahogados por la crisis, como Italia, España y Grecia, y podría moderar la austeridad sin contemplaciones pregonada hasta ahora desde Berlín.

Por su parte, los italianos decidirán su futuro político los días 24 y 25 de febrero, bajo la atenta mirada de los mercados. El excomisario europeo Mario Monti tiró la toalla poco antes de Navidad, tras un año como jefe del Gobierno, porque su predecesor, Silvio Berlusconi, le retiró el apoyo en el Parlamento. Monti intentó sacar de la recesión al endeudado país, y logró al menos tranquilizar a los mercados. Se mostró dispuesto a liderar un nuevo Ejecutivo, pero solo en determinadas circunstancias. No puede presentarse como candidato a los comicios debido a su cargo de senador vitalicio, pero si una mayoría parlamentaria respalda su programa, sí podría volver a ser primer ministro.

En las elecciones parlamentarias del 22 de enero de Israel se espera una nueva victoria del derechista Likud, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu. De ser así, el presidente Shimon Peres le encargaría la formación de un Gabinete de coalición. Se descarta que el Likud, defensor de la política de asentamientos, logre una mayoría absoluta. Los partidos de izquierda y centro se encuentran divididos. La exjefa de la oposición y exministra del Exterior Tzipi Livni regresa al frente de un nuevo grupo, pero de momento no se le auguran muchas opciones. Hay mucha expectación ante los comicios porque 2013 será un año clave en la región, especialmente en cuanto a la disputa nuclear con Irán. Si no hay acuerdo diplomático con Teherán, Israel podría volver a amenazar con una ofensiva militar. Por otro lado, las esperanzas de que se reanude el proceso de paz con los palestinos son escasas.

Y ¿qué pasará en Túnez? ¿Conseguirán los islamistas más poder o se los castigará por el caótico liderazgo del Gobierno de transición? Esa es la pregunta clave que plantean las elecciones presidenciales y parlamentarias previstas para este verano en el país africano, madre de la Primavera Árabe. En torno a dos años después del derrocamiento de Xine Abidine Ben Ali, la ilusión parece haberse esfumado y crece la decepción ante la falta de empleo.

Por su parte, Irán celebrará elecciones el 14 de junio. El presidente, Mahmud Ahmadineyad, no podrá optar al cargo, pues la Constitución solo permite dos mandatos. Parece claro que el país desea salir de su aislamiento y, en lo posible, que el nuevo presidente abogue por una solución de compromiso en la disputa nuclear y un tono menos agresivo con Israel.

Otras citas clave con las urnas se vivirán en países como Islandia, Noruega, República Checa, Austria, Mali, Madagascar, Zimbabwue o Kenia.