Las dos Coreas intercambian fuego cruzado en torno a la frontera común

Pyongyang da 48 horas a Seúl para terminar con la emisión de propaganda por altavoces

Las fuerzas militares de las dos Coreas cruzaron disparos en la zona oeste de la frontera común, según fuentes militares surcoreanas que citaron como primer incidente el lanzamiento de varios proyectiles norcoreanos, supuestamente contra un altavoz. Una fuente del Ministerio de Defensa surcoreano confirmó a la agencia de noticias Yonhap que los radares antimisiles detectaron un proyectil de Corea del Norte a las 15.52 (hora local). Seúl sospecha que el disparo fue efectuado por un “lanzacohetes”.

Poco más de una hora después, a las 17.04 horas, las fuerzas surcoreanas lanzaron decenas de proyectiles como respuesta al ataque, que añade un nuevo capítulo en la escalada de tensiones entre los dos países. “Nuestro Ejército ha llevado a cabo operaciones de respuesta”, apuntó el Ministerio, sin detallar más posibles acciones. Seúl ordenó evacuar a los civiles de la zona —en torno a un centenar— y convocó el Consejo de Seguridad Nacional. La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, fue la encargada de encabezar este encuentro de emergencia.

La tensión ha crecido en las últimas semanas a raíz de la explosión de varias minas en una zona desmilitarizada el pasado 4 de agosto. Seúl responsabilizó directamente a Pyongyang y ambos países reanudaron su propaganda en la frontera, poniendo fin así a once años de tregua en esta materia. El pasado mes de octubre, Corea del Norte ya disparó en la misma zona unos diez proyectiles después de que un grupo de activistas soltase globos con mensajes contra Pyongyang.

Por su parte, el régimen del polémico Kim Jong Un, amenazó a su vecina Corea del Sur con emprender sucesivas acciones militares en caso de que el Ejecutivo surcoreano no proceda a la cancelación de las emisiones de propaganda en los límites de la frontera común en un plazo de tan sólo 48 horas, según informó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur desde Seúl.

Varias horas antes, las fuerzas militares desplegadas por ambos países, habían intercambiado decenas de disparos en la zona oeste de la propia frontera. En este sentido, el objetivo del ataque perpetrado por Corea del Norte, habría sido la presencia de los diferentes altavoces colocados en el país vecino para, según sus fuentes, emitir mensajes reiterados contra el régimen del norcoreano Kim Jong Un.

De este modo, Pyongyang procedió a enviar una misiva a Seúl en la que no dudó en advertir de que este tipo de emisiones de lo que ellos consideran propaganda contra su régimen, representan un claro “desafío”. Por este motivo, amenazaron con adoptar medidas de carácter militar si no se interrumpen en un plazo máximo de 48 horas, según la agencia de noticias Yonhap.