Brasil avanza un paso más hacia el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff

La mandataria brasileña acusa a su vicepresidente de liderar el ‘golpe de Estado’ para asumir su cargo si finalmente la destituyen

La presidenta de Brasil, la izquierdista Dilma Rousseff, está cada vez más cerca de ser sometida a un ‘impeachment’ después de que una comisión especial de la Cámara de Diputados aprobara, con 38 votos a favor y 27 en contra, la apertura de un juicio político contra la mandataria al entender que existen fundamentos para acusarla por irregularidades que su Gobierno cometió en las cuentas públicas de 2014.

De llevarse a cabo, sería el primer juicio político a un presidente de Brasil desde 1992, cuando Fernando Collor de Mello enfrentó grandes protestas que pedían su salida por cargos de corrupción y renunció después de que el Senado aceptó iniciar el procedimiento.

Tras la decisión de la Comisión, el pleno de la Cámara Baja deberá votar sobre los procedimientos de un juicio político, lo que es de esperar que se produzca el domingo y donde se necesitan dos tercios de los votos para su aprobación.

Si 342 de sus 513 miembros votan a favor, el proceso de destitución será enviado al Senado y Rousseff podría ser suspendida de sus funciones por hasta seis meses si la Cámara Alta acuerda por una mayoría simple llevarla a un juicio. En ese escenario, el vicepresidente Michel Temer asumiría su cargo como presidente interino.

Temer provocó un gran revuelo político cuando instó a un Gobierno de unidad nacional, en un mensaje dado a conocer el lunes aparentemente por error, generando mayor efervescencia en medio de una crisis política a horas de una crucial votación sobre el proceso de juicio político a la mandataria.

El mensaje de 14 minutos de Michel Temer, que fue enviado a través de WhatsApp a los miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del que forma parte, muestra que el dirigente está preparándose para asumir la presidencia si Rousseff debe abandonar su cargo.

De hecho, Rousseff acusó a Temer de orquestar el “golpe” de Estado que se estaría gestando, después de conocerse la grabación en la que considera consumado el ‘impeachment’ contra la mandataria.

“Ha quedado claro que existen dos jefes del golpe (de Estado), que actúan en conjunto y de forma premeditada”, afirmó Rousseff durante un acto oficial en alusión a Temer y al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, impulsor del juicio político. Para Rousseff, “si cabía alguna duda sobre el golpe, sobre la traición en curso, ya no la hay”. “No sé quién es el director, pero uno de ellos es la mano —no tan invisible— que conduce el ‘impeachment’, y otro se mancha las manos”, señaló.

Además, destacó que “ha quedado desmontada con desfachatez la farsa de las filtraciones” a la prensa, sosteniendo que Temer y Cunha han urdido una “conspiración” en la que ahora trabajan “a la luz del día para desestabilizar a una presidenta legítimamente elegida”. Rousseff confió en que “no triunfará el odio”. “Que no se constituya el odio como una forma de hacer política, porque el odio es amenaza y persecución de personas”, recalcó la presidenta.