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Trabajos de poda realizados hace diez días en el Parque del Reloj del barrio de Nueva Segovia. / MARCELO GALINDO

La Concejalía de Medio Ambiente, con personal propio del servicio de Parques y Jardines y con personal de las empresas adjudicatarias de parte de los espacios verdes de la ciudad, ha iniciado labores de poda y mantenimiento.

El área municipal que dirige el concejal Jesús García Zamora ha intensificado desde mediados de febrero las labores de mantenimiento del arbolado urbano, después de los trabajos de retirada de ramas e incluso de ejemplares enteros caídos durante los episodios de intensas nevadas que ha registrado la ciudad desde el día de Reyes.

El edil ha informado que ha sido necesario recurrir a una empresa externa para poder ejecutar todos los trabajos, con un coste de 15.000 euros para las arcas municipales.

Desde mediados de febrero se ha podido ver a operarios del servicio de Parques y Jardines, o de las empresas concesionarias, trabajando en distintos puntos de la ciudad, desde el Parque del Reloj, en el barrio de Nueva Segovia, a el Jardín Botánico o las zonas ajardinadas de la calle Coronel Rexach, donde por cierto está prohibido el paso debido al riesgo de caída de los grandes nidos de cigüeñas existentes en dos ejemplares existentes esta vía.

García asegura que se trata de tareas que se hacen todos los años, en diferentes zonas, dependiendo del estado de las arboledas pero que este año se han incrementado por los estragos de las nevadas, con actuaciones más completas que la simple retirada de ramas.

El mantenimiento del arbolado del municipio de Segovia es una constante a lo largo de todo el año pero las labores se intensifican en la época invernal, ya que es la idónea para la realización de trabajos de poda o tala, al coincidir con la parada vegetativa de los árboles.

La Concejalía de Medio Ambiente define las zonas y ejemplares en los que intervenir cada temporada teniendo en cuenta motivos de salud, para eliminar las partes dañadas o enfermas de los árboles, o para acomodar el ejemplar al lugar en el que se localiza. Una correcta poda no resta vigor y proporciona naturalidad al ejemplar.

Las tareas de poda y tala se llevan a cabo en distintos puntos de la ciudad por el servicio municipal de Jardines, y la empresa de servicios y el centro especial de empleo con un contrato plurianual para el mantenimiento de zonas verdes, de forma coordinada y de acuerdo a las directrices de los técnicos de Parques y Jardines.

En estos trabajos se tienen en cuenta diferentes circunstancias a las que este año se han añadido los daños por las nevadas y el fuerte viento. En este sentido, en ocasiones se actúa para favorecer las vistas, en otros para despejar alumbrado urbano o cuadros eléctricos o en aquellos árboles que suponen un problema para las fachadas o elementos de edificios.

Desde Medio Ambiente puntualizan que la poda del arbolado de la ciudad no es una labor sistemática ni se realiza con una periodicidad fija y preestablecida, sino que depende del estado de los ejemplares. El Ayuntamiento interviene a lo largo de todo el año cuando los ejemplares presentan problemas de salud o plantean problemas en las fachadas, ventanas, semáforos y farolas trabajos que buscan siempre el equilibrio entre los espacios naturales y urbanos.

Plan de gestión

A raíz de los últimas caídas de ramas y árboles en gran número de ciudades, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural ha recordado que todos los parques y jardines, así como el arbolado urbano de las ciudades, deben disponer de un Plan Técnico de Gestión que permita minimizar riesgos de caídas o roturas por un mantenimiento deficiente o inexperto.

Desde el Ayuntamiento de Segovia, el concejal de Medio Ambiente, Jesús García Zamora, ha recordado que el municipio cuenta con un plan de gestión del arbolado desde el año pasado, con un diagnóstico que ha permitido, por ejemplo, actuar en el valle del Clamores donde había varios ejemplares en mal estado con riesgo de caída. Este año también se ha intervenido en el parque próximo al cementerio municipal.

Los ingenieros forestales recalcan que la seguridad del patrimonio arbóreo en las calles, jardines e incluso en propiedades privadas compete normativamente a los organismos públicos. Cada plan debe ser fruto de un trabajo multidisciplinar y con participación pública y constar de evaluación, protocolos de actuación, correcto mantenimiento y gestión del riesgo.

Agua reciclada

El Colegio de Ingenieros Forestales apunta las ventajas del uso de agua reciclada para el riego de vegetación pero alerta de algunos inconvenientes a tener en cuenta.

El riego con agua reciclada supone un gran ahorro económico para los municipios y un gran ahorro de un recurso, en ocasiones, escaso. Sin embargo, desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural advierte que no puede utilizarse de la misma manera que el agua potable ya que su composición química es muy distinta y, por tanto, sus efectos sobre el suelo y la vegetación son muy diferentes.

“Se ha demostrado que el agua regenerada tiene altos contenidos en sodio y cloruros que es asimilado de diferente forma por las especies vegetales”, sostiene.

Por ese motivo insiste en que hacer más estudios, listas de especies que pueden verse afectadas por esta nueva agua, protocolos de actuación según las circunstancias de suelos y especies y hay que mejorar la gestión y los métodos de riego que se utilizan.

Por otra parte, señala que en demasiadas ocasiones priman los intereses políticos sobre los informes técnicos.

“Debe primar la calidad de las zonas verdes sobre su cantidad. Ya ha pasado la etapa de invertir en tener más zonas verdes y árboles, es el momento de invertir en mejorar la calidad de esas zonas, invertir en gestión y mantenimiento”, afirma este Colegio en una nota de prensa.

Por otro lado, aboga por limitar por ley la subcontratación en los servicios de jardinería como medio de garantizar su calidad. “Las sucesivas subcontrataciones provocan precariedad laboral, lo que, a su vez va en perjuicio de la calidad del servicio.

De igual forma, deben limitarse los contratos integrales que agrupan los servicios de jardinería y de limpieza. Son trabajos diferentes que requieren de especialización diferenciada”, concluye.