El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, durante su última entrevista.
El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, durante su última entrevista. / europa press

El consejero de Educación, Fernando Rey, se reconoció “frustrado” ante el cercano fin de la legislatura autonómica sin que en el ámbito nacional se haya logrado un pacto educativo, al tiempo que pidió a los partidos políticos “pensar en la escuela del futuro” en lugar de “mirar por el retrovisor”. Esto último lo señaló en alusión al proyecto de nueva ley educativa que promueve la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, una “vuelta a LOE”, a juicio de Rey, quien en una entrevista concedida a los medios criticó, “más allá de su contenido”, las “formas” con que se ha planteado.

En este sentido, el consejero insistió en que Celaá comparte “el espíritu” del exministro José Ignacio Wert, pero con la diferencia de que éste “tenía mayoría absoluta”, tras lo que puso en duda que la nueva norma promovida por el Ejecutivo socialista pueda llegar a aprobarse antes de que haya elecciones generales debido a su debilidad parlamentaria. Además, Fernando Rey recordó que esta ley “no cuenta con el apoyo de Podemos, ni del Consejo Escolar, ni de los sindicatos”.

Respecto al frustrado pacto educativo, el consejero admitió que, aunque requería del consenso “de muchos actores” como profesores, padres, universidades, comunidades autónomas, Ministerio, organizaciones sindicales y hasta entidades locales, “en realidad se reduce a un acuerdo” entre las dos fuerzas que han gobernado en el Estado y que gobiernan la mayoría de las regiones, como son el PP y el PSOE, y que “no han sido capaces de conseguirlo”.

Así, repasó la gestión de los tres últimos ministros de Educación para señalar que Wert “intentó imponer su modelo”, mientras que su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo, “trató de minimizar sus efectos más chocantes” y con el cambio de Gobierno, Isabel Celaá “ha vuelto a la vía Wert” para regresar a las líneas de la Ley Orgánica de Educación (LOE) del Ejecutivo Zapatero, la cual considera “algo desfasada” después de doce años.

Rey también lamentó que las comunidades autónomas, como “gestoras de la Educación” en España, no hayan podido impulsar un acuerdo en materia de pacto educativo, a pesar de la “buena sintonía” que, en su opinión, ha existido entre autonomías de distinto signo político como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura o Asturias.

Una vez concluya la presente legislatura la próxima primavera, el consejero aseguró que regresará a su labor como catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Valladolid y descartó continuar en la Junta, sobre lo que parafraseó a Ortega para definirse como “un transeúnte de la política” en la que “probablemente” no se hubiera embarcado de haber sido con otro presidente distinto a Juan Vicente Herrera, aunque sí se mostró dispuesto a “apoyar” la labor de la Administración educativa con independencia del signo político del próximo Gobierno autonómico.

Sobre su paso por la Consejería, aseguró que en estos casi cuatro años su condición de no afiliado al PP “no ha generado mayor tensión” más allá de la polémica sobre las vacaciones escolares de Semana Santa, cuestión respecto a la cual ha abogado por “promover una reflexión al respecto” para fijarlas con un “consenso de la comunidad escolar”.

Tensiones

A nivel estatal, por su parte, reconoció que la mayor tensión no se produjo con el PP como tal, sino con el Ministerio de Educación en manos de ministros ‘populares’. El consejero de Educación aclaró, además, que una prueba de acceso a la universidad (EBAU) única para toda España, tal como propugna Castilla y León, no implica recentralizar este servicio, al tiempo que advirtió de que no se trata de algo que beneficie sólo a las comunidades con mejores resultados, sino que para ellas “también sería un envite”.

En la entrevista concedida a los medios, Rey defendió la elaboración “simultánea” de los contenidos entre Ejecutivo y comunidades autónomas, por lo que a su juicio, no supondría una “recentralización”. El consejero enfatizó cómo “hace dos años nadie hablaba” de una posible EBAU conjunta y sin embargo actualmente es motivo de debate. En este sentido, recordó que “PP y Ciudadanos lo han asumido en su programa”, por lo que “el tercero que falta a la cita” para poder llevarla a cabo “es el PSOE”, al que acusó de oponerse porque “a sus socios nacionalistas les horripila una prueba única”.