El jurado de la XXVII edición de los Premios de Periodismo Francisco de Cossío eligió a Carlos Blanco como ganador en la categoría de Trayectoria Profesional por su amplia carrera y su criterio periodístico. En la valoración de esta candidatura resalta su experiencia en el mundo de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, se han destacado sus inquietudes culturales en el campo de la investigación de las tradiciones orales y escritas de los pueblos vinculadas, fundamentalmente, a las fiestas de la Comunidad Autónoma.
Además, las otras cuatro modalidades -prensa, radio, televisión y fotografía- recayeron en Antonio G. Encinas, de El Norte de Castilla; los periodistas Beatriz Álvarez, Luis Calderón y Carmen Cuesta, de Radio Palencia Cadena SER; Henar Martín, periodista de CyLTV; y Gabriel Villamil, fotógrafo de El Norte de Castilla. El acto de entrega de los premios se celebrará el próximo miércoles, 10 de octubre.
Carlos Blanco es periodista y licenciado en Derecho con postgrado de especialización de Derecho Empresarial por la Universidad Politécnica de Madrid. Desde 1985 a 1988 trabajó en el Centro territorial de TVE en Castilla y León, donde dirigió un programa cultural. Durante los años 90 fue jefe de Programación de Radio Valladolid. En 2000 fue nombrado subdirector del periódico El Día de Valladolid, editado por el grupo Prisa y en 2003, director regional de Contenidos en SER Canarias. Finalmente, en 2009 fue elegido irector regional de Contenidos en SER Castilla y León.
Su bibliografía sobre el mundo rural se compone de ‘Las fiestas de aquí' en 1983, ‘Guía Festiva de Valladolid. Recorrido por todas las fiestas de los 225 pueblos de la provincia' en 1989, ‘Viaje a Serrada', realizado junto a Avelino Hernández, en 1992, ‘De año y vez. Fiestas populares de Castilla y León' en 1993 y ‘Sepúlveda y el Duratón', en 1997.
Según recogía la candidatura presentada, «Carlos Blanco Álvaro, hasta su retirada profesional en 2012, ha estado a pie de obra del trabajo periodístico y tanto para el mundo informativo castellano y leonés como para las nuevas generaciones de periodistas y los alumnos de las facultades y escuelas es una referencia inequívoca e ineludible en el periodismo de Castilla y León, al que se une su aportación cultural».
