El dramaturgo vallisoletano José Luis Alonso de Santos fue galardonado con el Premio Castilla y León de las Letras, en su edición correspondiente a 2009. El Jurado acordó, por unanimidad, concederle esta distinción por la singularidad literaria de su obra teatral, en la que reflexiona sobre la condición humana con una visión que traspasa los parámetros de tiempo y espacio.
«Estoy doblemente orgulloso. Los premios siempre son un estímulo y algo muy agradable, pero si además te los conceden en tu tierra, en Castilla y León, la satisfacción es muy especial», explicó poco después de recibir la noticia.
Según apuntó, más que ‘profeta’ se siente «querido» en su tierra. «Soy castellano y adoro a Castilla y León. Siempre he sido reconocido y querido; ahí tengo a mi familia y mis raíces, y a mis padres enterrados, y voy constantemente. Cuando estoy allí tengo la sensación plena de estar en mi casa», apuntó desde su residencia madrileña.
El autor de textos como ‘La estanquera de Vallecas’ y ‘Bajarse al moro’ confesó que en alguna ocasión ha sentido que se apartaba a los dramaturgos del contexto general de la literatura, «pero es un poco también lo que sucede con los cómicos». «Por un lado yo soy escritor, pertenezco al mundo de la literatura, y por otro lado soy cómico, y ya sabe que a los cómicos ni les enterraban en sagrado. Los cómicos siempre hemos tenido algo de sospechoso», añade el escritor.
En la lista de galardonados en esta categoría, que abrió en 1984 Miguel Delibes y que cerraba hasta el momento José María Merino en 2008, Alonso de Santos es el primer dramaturgo reconocido, algo que él valora como «una reparación a todo el mundo de las letras de atrás. En Castilla y León ya estaba José Zorrilla, no sé cómo explicarlo. Un creador es un novelista, un poeta es un creador, y un dramaturgo es también un creador». Por ello tuvo un especial «agradecimiento» al jurado, ya que así, «de alguna manera», se considera «un representante de todos los dramaturgos castellanos y leoneses», finalizó.
