AVRAS valora que el casco histórico obtenga un centro cívico a medio plazo

La asociación de vecinos ha recibido con sorpresa la noticia de que el Ayuntamiento desiste de la compra del antiguo edificio del INSS y recuerda demandas del barrio “atascadas”

La Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado de Segovia (AVRAS) celebra la posibilidad de que el Gobierno empiece a plantearse crear dotaciones para el barrio para dar respuesta a sus necesidades cívicas y sociales, cuestiones que lleva reclamando desde hace años.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Reguera, afirmaba desde las páginas de El Adelantado a principios de este mes de febrero que, tras renunciar a la compra del antiguo edificio del INSS, en la plaza de la Reina Doña Juana, por la discrepancia de precio con el Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento alquilará, al menos en un primer momento, alguno de los grandes inmuebles vacíos que en la actualidad hay en el centro histórico y añadió que parte del mismo se destinará a centro cívico del recinto amurallado.

AVRAS ha recibido “con sorpresa” la noticia “de que el Ayuntamiento desiste” de esa compra porque “con esta decisión quedan frustradas de raíz las expectativas que habían hecho concebir a la asociación en orden a que se recuperaría el citado edificio para la instalación en él de oficinas y servicios municipales; en concreto se citaban, entre otros servicios, las oficinas de urbanismo”, añade.

No en vano, el programa electoral del PSOE de las últimas elecciones municipales recogía la recuperación del antiguo edificio del INSS como sede de servicios municipales “para compensar así el abandono” de las instalaciones de la Seguridad Social y de la Tesorería del centro histórico.

Palacio de mansilla

Sin embargo, desde el colectivo vecinal parecen ver con buenos ojos la alternativa planteada por el equipo de Clara Luquero. Sus responsables apuestan por la posibilidad de alquilar el Palacio de Mansilla, propiedad de la Fundación Caja Segovia, una posibilidad que califican de “especialmente atractiva por las amplias posibilidades que ofrecen sus instalaciones de satisfacer tanto las necesidades de reagrupación de diferentes oficinas de gestión y de servicios del Ayuntamiento” como de dar respuesta a sus demandas de un centro cívico y social para los vecinos del casco histórico.

Hay que señalar, sin embargo, que el Ayuntamiento publicará un concurso público en el que podrán concurrir los propietarios de inmuebles que cumplan las características de lo que busca el equipo de Gobierno municipal.

También celebra AVRAS “que por fin y por primera vez desde el Ayuntamiento se refieran al casco histórico en términos de ‘barrio', lo que parece un buen síntoma”.

Abundan en este argumento porque para esta asociación el reconocimiento como barrio tiene una doble vertiente, la condición de sus habitantes y que comporta el derecho “a servicios que se ven normales y necesarios en otros barrios y de los que, sin embargo, carecen los vecinos esta zona”, según señalan en una nota de prensa. Por ese motivo, la asociación de vecinos espera que “este tardío pero bienvenido reconocimiento de barrio desatasque de inmediato demandas reiteradas y que no requieren presupuestos o planes aprobados”.

Demandas

AVRAS enumera en este sentido problemas como la movilidad de las familias y vecinos en general que residen en el recinto amurallado, unido a sus accesos y a las dificultades de aparcamiento.
Otros asuntos que quieren abordar los residentes de esta céntrica zona de la ciudad con los responsables municipales son los ruidos, especialmente nocturnos, la invasión de la terrazas de hostelería de espacios públicos, el mobiliario urbano, la limpieza o una “mínima” dotación de aparatos para ejercicios saludables.