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Las alcaldesas de Nueva Segovia, Fuencisla Aparicio y María Ángeles Sanz, sacaron a la imagen en procesión de la iglesia de Nueva Segovia. / ROCÍO PARDOS

Las mujeres de Nueva Segovia, San Millán y Santo Tomás han inauguraron en la capital el ciclo de fiestas en honor a Santa Águeda, que a lo largo de la próxima semana continuarán con numerosas actividades en todos los barrios y culminarán con la fiesta grande en Zamarramala el próximo domingo. Un año más, las mujeres, ataviadas con sus trajes de segovianas y algunas con capas para abrigarse ante el intenso frío que hace estos días en Segovia, salieron a la calle, con la imagen de la santa siciliana en procesión, para reivindicar la igualdad y la convivencia en una sociedad más justa.

A las doce del mediodía empezaba la misa en la iglesia de Nueva Segovia, con la asistencia de unas cincuenta aguederas, que recibieron a la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y a la concejala de Deportes, Marian Rueda, también pregonera de la fiesta. En su pregón, recordó a Santa Águeda, como “una mujer bondadosa y firme en sus creencias”, como muchas de las aguederas que ayer le honraron en su día.

Marian Rueda destacó la realidad actual del barrio de Nueva Segovia, que lleva 31 años participando de un discurso en torno a la igualdad. “Un lugar con identidad propia, con su iglesia, su zona deportiva, sus centros comerciales…, con todos los servicios, al que solo le falta el centro de salud”, manifestó la pregonera, que los vecinos llevan demandando desde hace años. La concejala animó a las mujeres a seguir contribuyendo a un mundo más igualitario para lograr cambiar el perfil de la sociedad. Al grito de ‘Viva Santa Águeda’, las mujeres siguieron la fiesta en la calle.

Seguidamente comenzó la procesión alrededor de la iglesia, con la imagen de la santa en andas, llevada por las alcaldesas de este año Fuencisla Aparicio y María Ángeles Sanz, y al son de la dulzaina y el tamboril. Las aguederas contonearon sus faldas, y al escuchar la rebolada, danzaron delante de la santa en su día. Al final, el ‘pelele’, esperaba en la plaza delante de la iglesia para recibir las críticas y denuncias de las mujeres, sobre violencia de género y machismo, principalmente, implicando este año hasta al mismo Puigdemont, que hizo de ‘pelele’ y fue quemado sin piedad en la plaza.

Por la tarde, la fiesta continuó en los barrios de San Millán y Santo Tomás. En el primero la concejala Paloma Maroto recibió el título de ‘Matahombres’, mientras que en el barrio de Santo Tomás, la periodista Esther Maganto animó a las mujeres a participar de esta fiesta tan tradicional y popular.

Las mujeres se reunieron después en comidas y cenas para festejar a su santa, encuentros que se repetirán en los próximos días en esta primera fiesta de febrero.