La propuesta del Gobierno municipal socialista ya está sobre la mesa. Hay presupuesto para este año, por valor de 63.333.803 euros, un 8,69% inferior al de 2017 —en torno a seis millones menos— pero su entrada en vigor, con o sin modificaciones, depende ahora de la capacidad de negociar del equipo de Clara Luquero con los grupos de la oposición, un proceso que comenzó ayer por la tarde ante la indignación del Grupo Popular que lo califica de falta de respeto.
La alcaldesa dice ahora que puede ser prematuro asegurar que la aprobación inicial de este documento fundamental para la actividad municipal se vaya a producir en el pleno previsto para el día 2. Las otras opciones son convocar uno extraordinario a mediados de febrero o esperar al ordinario que previsiblemente se celebrará el 23 de ese mes.
Para el concejal de Economía y Hacienda, Alfonso Reguera, que presentó la propuesta del Gobierno municipal junto a la alcaldesa, no es una cuestión no es fijar una fecha “sino alcanzar un consenso con los diferentes grupos políticos”.
Defiende también que se hayan dado a conocer las principales cifras a la opinión pública a través de una rueda de prensa antes que a los grupos políticos por la dinámica propia de la actividad municipal y las modificaciones puntuales que se han llevado a cabo por indicación del nuevo interventor.
Sobre las preferencias para negociar al menos la abstención necesaria para que el presupuesto pase el visto bueno del pleno, Reguera reconoce que se hablará con Ciudadanos, con quien se alcanzó un acuerdo el año pasado, “pero iniciamos la negociación con todos los grupos políticos”.
La inclusión de una partida de 50.000 euros para la instalación de mobiliario adaptado a niños o personas con alguna discapacidad en parques y jardines de la ciudad, uno de los requisitos que introdujo desde el año pasado Cs, así como la próxima contratación de la auditoría del área de Urbanismo, solo pueden interpretarse como el cumplimiento del compromiso adquirido más allá de la negociación de este ejercicio, según el edil socialista.
Por lo demás, la alcaldesa calificó el presupuesto como “realista”, suficiente para garantizar la prestación de servicios y, aunque admitió que el Ayuntamiento todavía no tiene “una gran capacidad inversora”, recalcó, como también hizo Reguera, que “la vamos recuperando después de zanjar los problemas económicos del pasado, por justiprecios, sentencias, etc., lo que permitirá que vayamos abriendo la mano a las inversiones”.
Ambos destacan también que se mantiene el apoyo municipal al tejido social: asociaciones de vecinos, clubes deportivos, entidades culturales y sociosanitarias, etc.
Nuevo escenario
El concejal de Hacienda pone el acento en lo que considera “una característica fundamental del presupuesto respecto al de años anteriores como es que tenemos un escenario concreto, claro, no hemos terminado de pagar justiprecios, sentencias, acuerdos o convenios urbanísticos pero sabemos el dinero que vamos a tener, cuándo lo vamos a tener y qué podemos hacer con él”.
Para Reguera se han acabado las incertidumbres en el Ayuntamiento y uno de los aspectos más positivos es que los remanentes de Tesorería, “que no se podían utilizar con claridad antes, a partir de este año vamos a ver que se pueden añadir a lo largo del ejercicio al cien por cien, un hito importante porque puede ser entre un millón y millón y medio para inversiones financieramente sostenibles como son las de Vías y Obras”.
Ingresos
Eso a pesar de que los ingresos descienden en parte porque el año pasado se consignó una partida de cinco millones, como enajenación de inversiones reales, en previsión del pago de expropiaciones o bien liquidaciones e indemnizaciones por sentencias como la del aparcamiento de José Zorrilla.
Este año no se consigna esa partida pero, además, la estimación de ingresos por impuestos directos e indirectos se ha rebajado en el primer caso en 1,2 millones, debido sobre todo al impuesto sobre el incremento del valor de terrenos urbanos (plusvalías) con la nueva normativa todavía pendiente de aprobarse.
Para el concejal, las tasas municipales permanecen estables, con una subida del 0,85% que en parte se debe a la aplicación de tasas por primera vez a las empresas de transporte que operan en la remodelada estación de autobuses.
En cuanto al endeudamiento, al final del ejercicio la previsión es que suba hasta el 40% del total de ingresos corrientes, 35 puntos por debajo del límite normativo. El Ayuntamiento prevé en principio suscribir un préstamo de cinco millones para financiar inversiones reales amortizables hasta en 10 años.
También presume Reguera de liquidez, pues a 1 de enero había más de 16 millones, que tras pagos pendientes de 2017 calcula una cifra que rondará entre 14 y 15, una garantía para mantener servicios, retribuciones al personal, pago a proveedores, etc.
Las ‘inversiones' suponen el 9%, incluyendo transferencias de capital y activos financieros
Los gastos de Personal suben casi un 4% y suponen el 35% del total pero la alcaldesa señala que está por debajo de la media nacional
Afirma la alcaldesa, Clara Luquero, que la inversión del Ayuntamiento de Segovia este año supondrá un 9% del total del presupuesto, “porcentaje similar al de otros años” y por encima de la media nacional en ciudades de 50.000 a 250.000 habitantes, donde se sitúa en un 6%, según la regidora.
Resulta que esa ‘inversión', según explica el concejal de Economía y Hacienda, Alfonso Reguera, incluye las inversiones reales (capítulo 6 del presupuesto), 5.718.505 euros y un descenso del 49% respecto a 2017; transferencias de capital, por importe de 386.868 euros (capítulo 7 y sin cambios respecto al presupuesto anterior) y activos financieros por valor de 100.000 euros, duplicando los 50.000 de 2017 (capítulo 8).
El Gobierno municipal socialista hace así un pack de tres capítulos hasta sumar 6,2 millones de euros y alcanzar el 9% del presupuesto.
Destacan en las inversiones reales, además de 511.000 euros para la calle de San Juan, como se había anunciado, 700.000 para el edificio del CAT y más de tres millones para el pago de expropiaciones o 400.000 para pavimentaciones y renovación de redes públicas, junto a otras de menor cuantía, por ejemplo para el pabellón Pedro Delgado y varias para el Parque de Bomberos que en total suman más de 200.000 euros.
La Concejalía de Cultura recibe 70.000 euros en inversiones reales, 45.000 para La Cárcel y 25.000 para la Casa de la Lectura, mientras a colegios públicos se destinarán 50.000 euros y al cubo 11 de la Muralla (en el paseo del Salón), 61.837. En Revenga se ha consignado una partida de 12.000 euros para adaptar las instalaciones de hostelería a la normativa.
Dentro del Capítulo 4, el consistorio transferirá a otras entidades 8.574.699 euros, el 13,54% del presupuesto, incluyendo 100.000 a Evisego, la empresa municipal de vivienda y suelo, que también registrará una adquisición de acciones por el mismo importe; 124.428 a la entidad local menor de Revenga (1.684 menos que en 2017), 90.000 al plan de realojo municipal (20.000 menos) y 975.000 a la empresa municipal de turismo (22.700 euros más).
Con el área de Turismo están relacionadas otras trasferencias por importe conjunto de 57.610 euros. Mientras Oriente sale perjudicado respecto a 2017, pues las aportaciones a asociaciones o entidades relacionadas con China o Japón bajan, salen reforzadas la Marca Turismo Familiar (3.000 euros más) o la Asociación Spain Film Commission (2.300). En Cultura se mantienen las aportaciones a la Fundación Don Juan de Borbón, Titirimundi, Hay Festival UNED y aumenta la de San Quirce por el centenario de la Universidad Popular.