El Viveros Herol juega esta tarde en el Pedro Delgado ante Agustinos

Los problemas en el polideportivo navero vuelven a poner en evidencia la necesidad de acabar el nuevo pabellón

Dos encuentros de liga (más otros dos de Copa del Rey) le restan al Viveros Herol Nava para poner fin al año 2017, y ninguno de esos cuatro duelos tendrá nada de sencillo para un equipo que ha cogido el tono según ha ido avanzando la competición, hasta convertirse en uno de los conjuntos de referencia de una categoría que ya ha dado buenas muestras de la tremenda igualdad que atesora.

Ahora bien, la marcha del equipo, y por extensión del deporte en la localidad, vuelve a no estar en consonancia con los tristemente tradicionales problemas de condensación que sufre el frontón de Nava, y que vuelven a poner en evidencia la necesidad de acabar las obras del nuevo pabellón. Centrando el interés en el equipo de , la semana de entrenamientos ha sido muy dura para el conjunto de Dani Gordo, ejercitándose en un pabellón literalmente congelado, que con la subida de las temperaturas (más la lluvia) de la jornada de ayer, hizo imposible que se pudiera entrenar sin correr un serio riesgo de caídas por culpa de la fina capa de humedad que se acumula en el suelo del frontón.

EL PEDRO DELGADO, PREPARADO

De esta manera, el encuentro que a las 18.30 disputará el Viveros Herol Nava frente al Agustinos se disputará en el pabellón Pedro Delgado, con entrada gratuita para todos los aficionados. Quintín Maestro, presidente del Balonmano Nava, ponía en evidencia que «con todas las facilidades que nos ha puesto Segovia, moralmente no podíamos poner un precio a la entrada». Una realidad que no deja de ser triste por muchas veces que se repita, y ya van demasiadas, «porque en nuestro frontón era imposible jugar por culpa de la condensación».

En lo estrictamente deportivo, el equipo llega con la moral de las tres victorias consecutivas, que hacen ver que el trabajo que se está realizando es positivo. El Agustinos llega a Nava de la Asunción con las bajas de David Soriano y Natan Suárez, pero no por ello el conjunto que entrena Óscar Gutiérrez deja de ser peligroso, mientras que Dani Gordo maneja alguna duda en la plantilla, con Oleg Kisselev contando los días para su retorno a las canchas, y si puede ser en una pista seca, mejor. Aunque sólo sea por aquello de que el balonmano se juega en un pabellón cubierto, que en uno mojado es waterpolo.