La mala consejera

El Viveros Herol Nava se confía ante Los Dólmenes y acaba sufriendo para conseguir el empate

El Viveros Herol Nava sufrió el primer traspiés de la temporada, aunque no pocos firmarían tener un traspiés y seguir sumando puntos en la clasificación, tras empatar en casa frente al conjunto de Los Dólmenes de Antequera en un encuentro que el conjunto segoviano tuvo tan controlado en la segunda parte que, a once minutos para el final del choque, vencía por cinco goles de diferencia (25-20). El exceso de relajación navera en algunos momentos del tramo final del partido, más el acierto de los visitantes a la hora de atacar con mucha rapidez el marco local, propiciaron una remontada que estuvo cerca de cristalizarse.

El conjunto navero tenía un partido complicado frente a un rival que llegaba en buen momento, y bien que se notó en la primera parte del choque, en la que el equipo se vio a remolque en el marcador durante muchos minutos, debido en buena medida a una defensa que no estuvo tan expeditiva como en partidos anteriores, y a que Ernesto no estuvo al nivel excelso al que había acostumbrado a la afición.

Pero los dos goles de ventaja que adquirió el conjunto visitante no eran una ventaja en absoluto significativa, y el Viveros Herol Nava supo apretar en los compases finales del primer período para llevar el partido al descanso con el empate a 11. Sin hacer un partido del todo bueno, el equipo se mantenía con todas las opciones, aunque comenzaba a haber algunos motivos para la preocupación, porque mientras que en el Viveros Herol Nava Agustín Casado protagonizaba de manera casi total los aciertos ofensivos locales, en el bando visitante los goles estaban mucho más repartidos, señal de que el ataque antequerano era mucho más dinámico.

Buenos minutos El inicio del segundo tiempo vino a mostrarle el camino de la victoria al equipo de Dani Gordo, que vivió sus mejores minutos gracias a una defensa mucho más activa, al cambio en la portería con Yeray ocupando su lugar bajo los palos y poniendo acierto, más un ataque en el que hubo más jugadores que se sumaron a la labor de anotar.

Así, los ataques de Los Dólmenes se fueron haciendo cada vez más espesos, tanto que en no pocas ocasiones se quedaron en nada por el buen hacer del 6:0 local, y apenas cumplido el primer tercio de la segunda parte Lorenzo Ruiz se veía obligado a parar el choque, porque su equipo perdía por 17-12 tras recibir un parcial de 6-1 que parecía poner el partido patas arriba.

Ese tiempo muerto hizo cambiar al equipo visitante su planteamiento de juego. Atrás quedaban los ataques largos buscando la mejor posición tras mover a la defensa navera, y se abría paso la ofensiva vertical, con poca circulación de bola y rápidos lanzamientos, cuando no eran contragolpes después de que el equipo de casa eligiera mal sus ataques.

Pese a ello, a once minutos para la conclusión, dos goles prácticamente consecutivos de Agustín Casado elevaron el 20-15 al electrónico, y todo apuntaba a que el equipo de casa había hecho la mayor parte del trabajo. Pero una cosa es hacer la mayor parte, y otra muy distinta es hacerlo todo, y Los Dólmenes se aprovechó de la relajación local para endosar rápidamente un parcial de 0-3 que obligó a Dani Gordo a pedir tiempo muerto para recomponer la figura del equipo.

Pero el Viveros Herol Nava había permitido que su rival se creyera que tenía una opción. Los ataques locales eran velozmente respondidos por los goles visitantes, y la exclusión de Carlos Villagrán a tres minutos para el final, con 24-22 en el marcador, elevó la tensión del partido hasta un límite poco sospechado diez minutos antes. La selección de los ataques naveros fue muy mala, el parcial de 0-2 dejó el partido abierto a un minuto y medio para el final, y el Viveros Herol tuvo que defender el último ataque malagueño para conseguir salvar un punto, que puede saber amargo, pero que no deja de sumar.