Haciéndolo fácil

La Segoviana pasa por encima del Bupolsa, al que borra del campo tanto en ataque, como en defensa.

La Gimnástica Segoviana engaña. Así, de primeras. El equipo de Abraham García hace pensar que en La Albuera gana fácil, que marca casi sin querer, que golea por pura inercia, y que la razón de que venza de una manera tan clara a la mayoría de sus oponentes cuando juega como local tiene más que ver con los errores del contrario que con los aciertos de los azulgranas.

La realidad es que no es así, y si bien es cierto que, en condiciones normales, cuando llega una goleada suele haber tanto mérito del que marca como demérito del que recibe, durante la presente campaña el conjunto segoviano ha goleado a no pocos de sus rivales a base de practicar un fútbol más que agradable a la vista, de presionar con muchísima ambición la salida de la pelota del contrario, y de encontrar soluciones a todas las complicaciones que le puedan surgir. Y eso es mérito tanto de un cuerpo técnico muy profesional (y el halago no se puede quedar solo en la figura de Abraham García), como de un plantel de futbolistas que a base de trabajo está consiguiendo que las ausencias no se noten.

Llegaba a La Albuera el Bupolsa que entrena Pechu, un ‘robapuntos' que ya le había hurtado dos tanto al Astorga como al Unionistas en partidos anteriores, por lo que se esperaba un encuentro complicado, y más cuando Ayrton causaba baja en el equipo por una rotura fibrilar. Pero lo cierto fue que la Segoviana dejó ‘despachao' el partido en cuarenta y cinco minutos en los que borró del campo a su rival, marcó tres goles y pudo haber hecho alguno más, y dio la sensación de haber podido aumentar aún más la cuenta de haberlo pretendido.

No sorprendió Abraham García con el once que alineó ante el Bupolsa, pero sí con su colocación sobre el terreno, con Kike como referencia ofensiva, y Dani Arribas escorado hacia la banda derecha. La decisión solo podía entenderse comprobando la corpulencia de los centrales burgaleses, Óscar y Bellido, que tuvieron un millón de complicaciones a la hora tanto de sacar el balón jugado desde atrás, como para sujetar a los veloces jugadores de ataque azulgranas.

Un festín de 45 minutos Como quiera que el centro del campo del Bupolsa tampoco acompañaba a sus compañeros en las labores defensivas, en cuanto los locales superaban la primera línea de presión, se encontraban con unos segundos de pausa para enhebrar la acción de ataque, con desmarques de ruptura que normalmente desarbolaban de tal manera a la zaga rival que siempre generaban peligro. Así llegó el primer tanto azulgrana, obra de Quino entrando como cuchillo en mantequilla entre los dos centrales del Bupolsa para rematar de primeras un gran envío de Fernán.

El gol dio la pausa necesaria al juego de la Segoviana, que masticaba cada jugada a cuenta de las carreras que los jugadores del Bupolsa se daban de un lado a otro del campo, con un éxito más que escaso, porque el monopolio del balón era azulgrana, y si en la zona de tres cuartos hubiera existido un atisbo más de inspiración, no pocas acciones habrían tenido un desenlace mucho peor para la portería defendida por Nacho, que antes de llegar a la media hora de partido vio cómo su compañero Castilla le cedía el balón sin la fuerza suficiente, y Kike le derrotaba en la carrera para terminar haciendo el 2-0 a puerta vacía.

Y es que la Segoviana apretaba de tal manera en la presión que su rival no veía la forma de salir de ella, perdiendo una y otra vez la posesión. El Bupolsa debía tener prohibido el pelotazo, porque apenas lo empleó, y a veces prescindir de un recurso que te evita de problemas te suele dar eso, problemas.

Lo más peligroso que hizo el equipo de Pechu en la primera parte, y prácticamente en todo el choque, fue un envío al área de Juan tras una internada por la banda derecha que no encontró destinatario. Facundo solo intervino con las manos para mostrar su gran seguridad en los balones por alto, porque de nuevo fue un espectador de excepción en otro encuentro redondo del equipo.

Quino, que antes del segundo tanto se había metido en el área como Pedro por su casa, provocando que Bellido casi se marcara un gol en propia puerta, redondeó su gran primer tiempo en el apartado ofensivo con el tercer tanto azulgrana, de nuevo entrando por el centro sin nadie que ni siquiera llegara a toserle. Así la Segoviana se marchó a los vestuarios con el partido finiquitado, el Bupolsa con un disgusto de padre y muy señor mío (de hecho su técnico cambió a dos jugadores en el descanso, y a un tercero a los diez minutos de la reanudación) y los espectadores con las manos calientes de tanto aplaudir.

Levantando el pie La segunda parte tuvo menos historia porque casi toda la había escrito el equipo de casa en el primer período. Dani Calleja marcó el cuarto gol en una acción en la que hubo dos penaltis y hasta cuatro futbolistas azulgrana en el área pequeña para meterse dentro con el esférico, el Bupolsa tuvo un arranque de dignidad que alguno de sus futbolistas confundió con malos modos, con entradas como la de Óscar a Fernán en el centro del campo que mereció más castigo que una simple amarilla, y Abraham García apostó por premiar a los jóvenes Guille, Diego Gómez y Guti con muchos minutos en el campo, preservando además a jugadores que apuntaban molestias a lo largo de la semana. Al final, el 4-0 se quedó incluso algo corto para los méritos de una Segoviana que continúa dando motivos para que los aficionados vayan contentos al campo, pese a que climatológicamente hablando el día no acompañe, y salgan más contentos aún de él.

GIMNÁSTICA SEGOVIANA: Facundo, Borja (Guille, m.72), Rubén, Javi Marcos, Anel, Manu, Kike, Fernán (Guti, m.77), Dani Arribas (Gómez, m.64), Dani Calleja y Quino.

BUPOLSA: Nacho, Castilla, Cristian, Óscar, Bellido, Marcos (Raúl, m.57), Juan, Dava (Viti, m.46), Guti, Adri y Jesu (David, m.46).

ÁRBITRO: Sánchez Polo, asistido en las bandas por Sendino y Sagredo, de Salamanca. Mostró tarjetas amarillas a Guille por los locales, y a Óscar y Bellido por los visitantes.

GOLES: 1-0 (m.8) Quino; 2-0 (m.28) Kike; 3-0 (m.44) Quino; 4-0 (m.60) Calleja.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga en el grupo octavo de la Tercera División, disputado en el campo de La Albuera, con la presencia de alrededor de 800 espectadores.