El Ministerio Fiscal solicita una pena de prisión de 13 años que la acusación particular eleva a 14 para un hombre de 39 años, F.A.C.S, acusado de violar y robar a una mujer el pasado año en las cercanías del Centro Comercial Vallsur, en Valladolid.
En concreto, la Fiscalía pide para F.A.C.S, de nacionalidad portuguesa, nueve años y medio por un delito de violación, mientras que reclama otros tres años y medio por robo con intimidación, además de indemnizaciones por importe de 14.000 euros por las lesiones y otros 8.000 por las secuelas ocasionadas, así como 268 euros por los objetos sustraídos.
Por su parte, la acusación particular, que ejerce la letrada Isabel Palomino , de Negotia Abogados, en representación de la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Valladolid (Adavasymt) reclama diez años por el primero de los delitos y cuatro por el segundo, además de idénticas indemnizaciones a la víctima.
Los hechos se produjeron hace casi un año, el 1 de agosto de 2014, cuando, según el escrito de conclusiones provisionales de las acusaciones al que se tuvo acceso a través de fuentes jurídicas, la víctima regresaba a su domicilio a las 4.40 horas por el Camino Viejo de Simancas y fue abordada por el acusado, que se sentará en el banquillo de los acusados en fecha aún por determinar.
El individuo, según este relato, se acercó a la mujer armado con un objeto punzante con el que le amenazó en la zona de los riñones y le dijo que no le iba a hacer daño, que eso dependía de ella y que sólo quería “hablar”.
Al llegar a la altura del Centro Comercial Vallsur, el acusado condujo a la víctima a un parque cercano, donde presuntamente abusó y la agredió sexualmente. Posteriormente, la obligó a esconderse tras una zona de vegetación y le quitó sus pertenencias y la ropa, dejándola prácticamente desnuda, le advirtió de que se marchaba para cambiarse de ropa y se marchó en dirección al río cercano.
Ante el miedo y la creencia de que el individuo pudiera coger algo para hacerle daño o matarla, la víctima salió corriendo en dirección a una rotonda y logró parar un coche, cuyo conductor se identificó como policía.
Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió diferentes lesiones en su cuerpo, además de trastorno adaptativo y de estrés postraumático y necesitó diferentes tratamientos. Ha tardado en curar más de seis meses, tres de los cuales ha estado imposibilitada para llevar a cabo sus ocupaciones habituales que desarrollaba antes de los hechos.