Solbes atribuye la intervención de CCM al peso del crédito al ‘ladrillo’

El vicepresidente habla también de «declaraciones desafortunadas», mientras que Barreda culpa a una «campaña de descrédito» de la situación que atraviesa Caja Castilla-La Mancha

Tras la agitación vivida el domingo a cuenta de la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM) por parte del Banco de España, ayer llegó el momento de las explicaciones más sosegadas y de las llamadas a la calma, aunque también se escucharon críticas. Por lo que atañe a las aclaraciones, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, achacó los problemas de liquidez que sufre la entidad -y que han motivado que entre en escena el regulador- al peso del sector inmobiliario y de la construcción en su cartera de préstamos, así como a determinadas declaraciones «no muy afortunadas». Por su parte, el presidente castellano-manchego, José María Barreda, atribuyó la operación a la «pretensiones excesivas» por parte de Unicaja, que, a su juicio, impidieron la fusión entre ambas sociedades, y aseguró que no hay actuaciones dudosas ni «irregularidades» en la gestión de CCM, tal y como le ha comunicado Solbes.

El propio vicepresidente concretó que el Banco de España ha decidido intervenir con objeto de garantizar los ahorros de los usuarios y los derechos de los acreedores, para lo cual el Gobierno ha decidido conceder un aval de hasta 9.000 millones.

Solbes reiteró que la entidad no presenta «ningún agujero financiero», sino que sufre problemas de liquidez, y aseguró que todo aquel que quiera podrá retirar los fondos que tenga depositados en la caja, al tiempo que subrayó que también pueden dejarlos en la caja «con toda tranquilidad».

El ministro atribuyó los problemas de CCM, entre otras cuestiones, a las inversiones que tiene realizadas en el sector inmobiliario, explicó que, en este contexto, la caja va recuperando «lentamente» su dinero y apuntó que, hasta ahora, para financiarse emitía bonos que eran comprados sin dificultad.

Con la crisis financiera, los mercados están cada vez más cerrados y es más difícil obtener financiación, dijo Solbes, que señaló que cada gestor es el que opta por invertir más o menos en uno u otro tipo de actividades.

El vicepresidente añadió que podía ser que, en el caso de CCM, los gestores se hubieran equivocado, pero no que se tratara de una gestión «anómala», y añadió que lo que sí ha sucedido en la caja es una «concentración» en el sector de la construcción, con todas sus actividades adicionales, «que también ha pesado mucho en la economía de esa región». «Además, mi opinión es que algunas declaraciones no siempre muy oportunas han generado una preocupación mayor de la que correspondía y han generado una retirada de depósitos de CCM», lo que ha provocado a la entidad más dificultades para hacer frente a sus problemas de liquidez, argumentó.

En cuanto al futuro del resto del sistema financiero nacional, Solbes aseguró que tanto él como el Banco de España están tranquilos, aunque recordó que, si la situación se mantiene, no hay ningún sistema «inmune».

Por su parte, Barreda indicó que CCM «no tiene un problema patrimonial, sino de liquidez coyuntural» y que la situación de la entidad se debe a una «caída abrupta» del sector de la construcción por la crisis, así como a una «campaña de descrédito, de acoso y derribo de algunos sectores», que no ha querido precisar para no participar en esta «ceremonia de la confusión».

Aunque en la Bolsa de Madrid se resentían los valores bancarios, entre los clientes de CCM imperaba ayer la tranquilidad. Solo una mínima parte exigió el reembolso de sus ahorros y la cancelación de cuentas, mientras que muchos otros acudían a las oficinas en busca de información. La respuesta era siempre la misma: bajo la tutela del Banco de España, su dinero está ahora más seguro.